Querido hermano, hace 40 años te arrancaron de este lugar, tu hogar, el cual compartías con tu mujer y tus niñas, la menor de apenas 28 días ¡que poco te dejaron compartir con ella!. Siempre pienso que habrá pasado por tu cabeza, al bajar esas escaleras ¡cuántas preguntas sin respuesta Puchi!! Y todavía hoy a tantos años, siento en mi cuerpo esas dolorosas palabras que nos dijo tu suegro: "Se llevaron a Puchi". De ahí en más esa interminable noche de miedo, de no saber; terror por lo que estaba pasando. Buscando y buscando con mamá, esa mujer que nos enseñó cada día a no declinar en la lucha; desde la primera luz salir a pedir por su hijo. ¡Cuánto amor hermano! ¡Cuántos ovarios todas ellas!! ¡Cuánto aprendimos de esas Madres!! Cómo aprendimos de vos en tu hacer cotidiano, desde muy chico a trabajar por y para el otro "Ellos necesitan!!" decías y te ibas. ¡Cuántos recuerdos vienen hoy a mi memoria, como al dar la vuelta por esta esquina se escuchaba tu música, siempre tan alegre!!!, dibujando, pintando, jugando con tus hijas. Puchi, por qué tanto dolor!! Dolor que jamás dejó de ser, pero a la vez nos mantiene alertas, atentos. No habrá de pasar un día, querido hermano, que no suenen en mi cabeza esas palabras que quisieron decir para darles fin y sin embargo fueron las que día a día son el motor para seguir caminando: "Desaparecido, ni muerto ni vivo". ¡¡¡ Claro que no!!! Desaparecido es búsqueda, es amor permanente, es fuerza, es clamor pidiendo justicia!!! Es vivo pensamiento de continuar con la lucha!!! Es no distraernos con insistentes comentarios de olvido!!! No!!! Puchi ! Porque, por vos, por Pablo y por todos esos hermanos que llevo en mi corazón es que digo: Jamás, nunca dejaré, ni dejaremos de buscarte!! Nunca olvidaremos!!! Siempre, pero siempre estaremos!!! Con ustedes compañeros, quienes hacen permanecer la memoria! Hoy aquí, en esta vereda, en tu casa, TU AUSENCIA SE HACE PRESENCIA!!! Por vos y por los 30.000!!! Laura.