Fue uno de los estudiantes más representativos de la militancia, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora, donde llegó a ser presidente del Centro de Estudiantes. Había ingresado en la carrera de Comunicación Social en 1972, el mismo año de su creación. Pablo Musso fue militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y delegado sindical en la fábrica FIFA (Subsidiaria de AGFA) ubicada en el centro de Florencio Varela y donde laboraba como técnico mecánico. Lo recuerdan como un compañero que hablaba muy bien y que era convocante. A los dirigentes empresariales les molestaba su actitud porque organizaba a la gente a pelear por sus derechos. Sin ir más lejos, poco tiempo antes de ser secuestrado, tuvo una discusión muy fuerte con el jefe de seguridad de la empresa, que pertenecía a la Gendarmería. Además en el barrio colaboró en casi todas las instituciones en que hacía falta: la salita de primeros auxilios, la sociedad de fomento, la parroquia, la escuela. Su madre lo define como “un idealista que llevaba sus ideas hasta las últimas consecuencias; una persona que entregó hasta su vida por esa idea, y que merece que las nuevas generaciones lo tengan en cuenta”. El 25 de octubre de 1976 un grupo de tareas irrumpió en la casa de su familia (Triunvirato 475. Barrio La Perla. Temperley, provincia de Buenos Aires) y lo secuestró para siempre. Tenía 25 años. Fernando, su hermano, recuerda el trágico hecho: “Pablo me dio un beso y me dijo: cuidá a los viejos”. Fue visto en el CCD Brigada de Investigaciones de Lanús antes de su asesinato. Otras personas que lo conocieron recuerdan que “era muy convocante y que se jugaba por sus compañeros. Siempre organizaba peñas, asambleas, mateadas y guitarreadas”. En el expediente correspondiente a la desaparición de Pablo Daniel Musso, consta un informe confeccionado por la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPBA), en el que menciona a Musso y a Roxana Victoria D’Onofrio (ver su registro) como integrantes de una comisión interna de delegados de FIFA y como milicianos de la OPM Montoneros.
Nota redactada por Alejandro Angel Salvagno Olmedo.