Nació, se crió y estudió en Bahía Blanca. Cursó durante tres años bioquímica en la Universidad del Sur, militó en la JUP y después en Montoneros. A comienzos de 1976, después que dos explosivos estallaran en la casa y en el negocio de sus padres, Graciela dejó la facultad para radicarse en la provincia de Buenos Aires. Su madre, Nelly Celia Wuiovich de Tauro, comenzó a escribirle regularmente y ella respondía con la misma frecuencia a una casa ubicada en la calle Alsina al 2.100 de Hurlingham. En Buenos Aires, Graciela se casó con Jorge Rochistein, compañero de estudios y de militancia en Bahía Blanca. Había comenzado a trabajar en una fábrica. Para el 15 de mayo de 1977 cuando la secuestraron con su pareja, llevaba un embarazo de cuatro meses y medio. Cuando Nelly dejó de recibir respuestas a sus cartas, viajó a Buenos Aires. Visitó a la familia Farías alojada en la dirección de las cartas. Ellos le contaron que Graciela había sido detenida en un procedimiento de “Fuerzas conjuntas”. Que lloraba desesperadamente. Que les pedía ayuda. Y que prácticamente la llevaron disfrazada tapándole las esposas con una manta blanca. También que creían que los del operativo podían ser de la Fuerza Aérea (F.A.) porque escucharon la palabra Comodoro. A Graciela y a Jorge los vieron detenidos ilegalmente en la Comisaría 3° de Castelar hasta donde Nelly logró acercarse y donde creyó ver, antes de que la echaran, el documento de su hija. Graciela fue vista más tarde en el Centro Clandestino de Mansión Seré que estaba bajo la jurisdicción de la F.A., y en la ESMA. Aquí dio a luz a su hijo asistida por el médico militar Jorge Luis Magnacco, con ayuda de una de sus compañeras de cautiverio, Sara Solarz de Osatinsky. Uno de los secuestrados, Juan Gasparini, encontró a Graciela en la ESMA. Era amigo de la pareja antes de los secuestros. Pudo verla y mantener algún diálogo con ella por la complicidad de algunos guardias. Graciela le contó que los habían secuestrado los de la F.A. y que la habían traído a la ESMA a dar a luz. También le pidió que sea padrino de su hijo y que si lograba salir en libertad, diese noticias a su familia. Graciela estuvo alrededor de 4 días con su hijo, luego fue “trasladada”. Gasparini escribió una carta a Nelly hacia 1983 o 1984. También escribió a las Abuelas de Plaza de Mayo. Hasta entonces la familia no supo nada de Graciela ni del niño. Luego de la carta continuaron con la búsqueda hasta que un testigo arrepentido de la F.A. llamado Julio César Leston les contó que el niño estaba con Juan Carlos Vásquez Sarmiento, miembro de la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA) de la Fuerza Aérea durante la última dictadura militar. María Graciela Tauro y Jorge Rochistein permanecen desaparecidos. Luego de haberse establecido mediante pericia de ADN su pertenencia biológica a la familia Rochistein Tauro, Ezequiel recuperó su identidad en 2010, a sus 33 años. “Me llamo Ezequiel Rochistein Tauro. Sé quién soy a partir de 2010 cuando descubrí que nací en la ESMA porque mi mamá me tuvo ahí. No sé bien cuándo nací, entre septiembre y noviembre del 77, formalmente me quedé con 1° de septiembre como fecha de mi cumpleaños, pero no sé ni cómo me llamo, ni cuándo nací”. Ezequiel Rochistein Tauro. Testimonio causa ESMA Unificada, 4 de noviembre de 2013.
Nota extraída de: https://www.facebook.com/notes/sitio-de-memoria-esma/historias-sin-olvido-mar%C3%ADa-graciela-tauro/1026548054158536